Por Iara Bermúdez y Waldemar García Silveira
El pasado miércoles, 29 de octubre, en la sede de la Fundación Zelmar Michelini, Cnel. Raíz 1058, tuvo lugar la presentación del libro sobre la formación del Tribunal Russell II y del coloquio realizado en el teatro Solís en el año 2010, recordando las acciones de dicho Tribunal.
El Reporte conversó con Alberto Filippi, uno de los presentadores del libro. Alberto Filippi es abogado y filósofo. Nacido en Padua, Italia, siendo muy joven se traslada junto a sus padres a Barquisimeto, Venezuela, donde realiza sus estudios de Derecho. Fue colaborador de Lelio Basso en los años 60, como él mismo nos comentó, en la fundación del “Instituto para el Estudio de la Sociedad Contemporánea”, que “se ocupaba y mucho de América Latina”, recalca.
En 1965 coordinó en Roma la “Conferencia Internacional por la Amnistía de los Detenidos Políticos y por la Libertad Democrática en Venezuela” junto con personalidades como Alberto Moravia, Bertrand Russell, Jean-Paul Sartre y Joe Normand, conferencia ésta que fue la precursora del Tribunal Russell II.
Nos cuenta Filippi, que Lelio Basso por el entorno que tenía de colaboradores muy relacionados con América Latina “realiza un viaje muy importante a Chile, cuando gobernaba el presidente Allende, en 1971. Ahí un grupo de exiliados brasileños, entre ellos Darcy Ribeiro, le pidieron que organizara este Tribunal Russell, sobre la dictadura brasileña, que había comenzado en 1964.” “En ese momento no había dictadura en Chile, ni en Argentina, ni en Uruguay, pero luego mientras preparábamos el Tribunal Russell, se produjeron los golpes de Estado, primero acá en Uruguay, después el golpe de Pinochet, entonces el Tribunal Russell que en un principio se había pensado solo para Brasil, se extendió para Chile, Uruguay y luego Argentina”.
El Sr. Filippi nos dice que, el discurso que pronunció Zelmar Michelini, en la apertura de la primera sesión del Tribunal acusando a la dictadura uruguaya, “tuvo una enorme relevancia porque esta acusación planteaba la centralidad del Derecho Internacional y de la justicia de los Derechos Humanos –que en esa época no se llamaban claramente así- en la lucha contra la dictadura.” “Es precursor de la invocación del Derecho como clave jurídico-política de la oposición a las dictaduras”. En segundo término también es: “precursor de la integración sudamericana y latinoamericana porque planteaba la defensa de los derechos como clave fundamental para nuestra integración.” “La defensa de la democracia, decimos hoy en día, como base de la integración de nuestros pueblos, de nuestros países.” Como tercer apunte de la relevancia de este alegato, nos sigue diciendo Alberto Filippi : “estableció –Zelmar Michelini-, de hecho, estando en Roma y trabajando con Lelio Basso y con los juristas democráticos italianos y europeos, un gran vínculo entre la cultura democrática europea y la uruguaya y la latinoamericana, de la cual él era, generacionalmente, muy importante expresión y manifestación, siendo además, como era, senador. Lelio Basso también era senador de la República italiana y uno de los padres de la Constitución de 1947, cuyo artículo primero reza de manera muy emblemática que Italia es una república fundada en el trabajo (il laboro), entonces es una Constitución democrática. Y éste diálogo, entre el democrático Zelmar y la cultura jurídica democrática italiana, en esos momentos en que todo el horizonte estaba oscuro y maldecido por las dictaduras, es una luz pequeñita que comenzó a alumbrar el ciclo de las luchas contra las dictaduras, que luego dio vida a las transiciones democráticas.” “En ese sentido es muy importante lo que estamos recordando hoy acá.”
Sobre el origen del Tribunal Russell, nos explica : que el 1er. Tribunal Russell “lo fundó Bertrand Russell en persona, cuyo vicepresidente era Jean-Paul Sartre, para denunciar los crímenes de guerra de Estados Unidos en Vietnam, la guerra de Vietnam, la invasión de Vietnam. Ese mecanismo de tribunal que se utilizó en Estocolmo y en Copenhague fue el mecanismo que luego le dio paso con sus colaboradores, entre los cuales figura como presidente de honor, Pablo Neruda, y Sartre mismo, para denunciar las dictaduras latinoamericanas del momento.” Nos explica que el Tribunal duró 3 años desde 1974 hasta 1976, con intermitencias porque era muy difícil recoger material y testimonios, casi todos sacados en forma clandestina, de los países involucrados.
El libro editado por la Fundación Zelmar Michelini, consta de 4 partes. La primera es la reproducción de los testimonios y las ponencias que se expusieron en el coloquio de 2010. La segunda parte es un testimonio gráfico con fotos del coloquio antes citado y reproducciones de documentos. La tercera parte reproduce el discurso de Michelini en la primera sesión del Tribunal, así como una conferencia de prensa dada por algunos exiliados uruguayos y las declaraciones hechas al jurado del Tribunal por Michelini. Y finalmente acompaña al libro un CD en el que se puede escuchar la grabación de ese alegato pronunciado por Zelmar Michelini en la apertura del Tribunal Russell II.
Eduardo Aparicio, activista en Derechos Humanos y colaborador de la Fundación Zelmar Michelini y de la Fundación Vivián Trias, dijo en la presentación del libro que éste “tiene algunos atributos que también tenía Zelmar, es riguroso, sobrio, modesto y libre”. Se refiere luego a la denuncia que Michelini hace ante el tribunal, en la jornada de apertura, para afirmar que “tiene una gran fuerza”… “abre una nueva etapa de la solidaridad con Uruguay, en la denuncia y la lucha a favor de los Derechos Humanos..” (…) “…pero además –continúa- hay en la lectura de la intervención de Zelmar una condensación de todo su pensamiento, en pocas líneas”.
En el libro se reproduce un artículo firmado por el propio Michelini para el diario Noticias de Argentina en la que explica, el 28 de abril de 1974, qué és el Tribunal Russell y se expresa en los siguientes términos: “Las reuniones que celebró en Roma , a fin de analizar los casos de Brasil, Chile, Uruguay y Bolivia, pusieron de manifiesto las características sangrientas de las dictaduras militares vigentes en dichos países…”(…) “La humanidad toda se pierde, y desaparecen sus valores, cuando un hombre sufre y sucumbe a la tortura y el martirio que otros hombres –gobiernos, dictaduras, militares- le infieren. Y eso pasa a cada minuto en los países juzgados por el Tribunal Russell”.
Junto con la presentación del libro, se inauguró en el Centro Zelmar Michelini, una exposición sobre el Tribunal Internacional Russell II, con materiales propios de la Fundación y materiales cedidos por la Fundación Lelio y Lisli Basso.